Secretaría de Turismo, Cultura y Deporte, La Paz, Entre Ríos

“El Viñedo”, el nuevo tesoro de La Paz, Entre Ríos

Había que buscar ahora cuál sería la actividad a desarrollar y así, de casualidad, de charlas entre conocidos y amigos, surgió la oportunidad de dar vida a un viñedo, el primero que pasaría a tener la ciudad de La Paz, Entre Ríos.

De la ciudad de La Paz, son solo 10 minutos de viaje.

Manejo lento mientras suena en la radio un clásico, la canción que Sui Generis dejó inmortalizada en nuestra memoria colectiva…“hubo un tiempo que fue hermoso y fui libre de verdad”, y aunque pasaron los años sigue vigente porque habla de sueños, de crecer, del amor, de mañanas nuevas, de ser jóvenes, de hacer hijos, de volvernos viejos, de espejos retrovisores y de mirar adelante, de seguir manejando.

La pandemia fue algo inesperado para muchos (y aún hoy es reciente para terminar de entender cuanto nos cambió…), y trajo consigo no solo replanteos existenciales sino también nuevas oportunidades de cambiar el mundo (literalmente, de cambiar el mundo).

 

Cambiar el mundo, empezar por nosotros

 

Y para cambiar el mundo, dicen, hay que empezar por casa, por uno mismo.

Y esto lo entendieron a la perfección Pablo Menna y Eloisa Martínez García, ambos pareja, a quién la pandemia los encerró por tiempo indeterminado y cuando, al igual que nos ocurrió a todos, pudieron comenzar a salir a dar pequeñas caminatas encontraron cerca de su hogar una pequeña chacra que les cambiaría la vida por completo.

A escasos 1200 metros de su casa se encontraba un lugar que cambiaría sus vidas por completo.

Fue Daniel Forastieri quién les dio permiso para entrar al lugar y quién también les comentó las ganas que tenía la familia de vender. La chacra en cuestión se encontraba abandonada y luego de una rápida negociación fue adquirida para que allí prospere un emprendimiento familiar entre Pablo y Eloisa.

La chacra perteneció a Don Quique Forastieri quién durante mucho tiempo proveía de verdura y de leche fresca a los habitantes de La Paz, Entre Ríos. Luego quedó en manos de sus herederos, Doña Marta y sus hijos.

Fue así que a fines de Julio de 2020 la chacra pasó a tener nuevos dueños y a partir del mes de Octubre del mismo año fue ocupada por ellos para dar inicio a los trabajos de puesta en valor del lugar.

La primera inversión tuvo como fecha el mes de Noviembre del mismo año y consistió en dar comienzo a la construcción de la primera de las cabañas de troncos que quedó terminada en Marzo del 2021.

 

De vinos y viñedos

 

Había que buscar ahora cuál sería la actividad a desarrollar y así, de casualidad, de charlas entre conocidos y amigos, surgió la oportunidad de dar vida a un viñedo, el primero que pasaría a tener la ciudad de La Paz, Entre Ríos.

“Nos alentó un amigo de la familia, Benjamín del Pozo, que es de Real del Padre, un pueblito en el sur de Mendoza, cerca de San Rafael, y que estudió ingeniería agrónoma junto a Eloisa. Fue él quién nos explicó el potencial de Entre Ríos para producir vinos de cepas conocidas y de otras nuevas que se adaptan perfectamente a estas latitudes y condiciones geográficas y climáticas”, me cuenta Pablo cuando le pregunto como empezaron a armar el proyecto del viñedo.

Fue a partir de ese momento que se empaparon de todo lo relacionado al mundo vino, y así, gracias a los consejos y al conocimiento de este amigo llegaron de Mendoza las primeras 850 plantas en Octubre de 2021, luego casi un año después en 2022 vinieron otras 250 nuevas plantas y otras 600 plantas en Octubre de 2023.

Así mismo, se dieron cuenta que mundialmente una de las experiencias más hermosas que puede tener un turista es alojarse dentro de un viñedo. Por ello, comenzaron a desarrollar más cabañas con todos los servicios necesarios para que la estadía sea perfecta y que no falte nada, absolutamente nada.

Lo lograron, creando en cada cabaña (hoy son 7….) un espacio único a su alrededor donde cada una de ellas tiene una vista única a un sector del viñedo, y donde los huéspedes pueden recorrer un sendero de bosque nativo o encontrarse en una majestuosa pileta de natación que quedó terminada a principios de 2023 y oficia de corazón y de lugar de reunión de todos los huéspedes, tanto de día como de noche.

Cuando hablamos de bosque nativo en reallidad nos estamos refiriendo a que Cabañas del Viñedo es también una reserva natural privada que pertenece a la Red Argentina de Reservas Naturales Privadas. Hace no mucho se festejaron los primeros 10 años del nodo entrerriano de la red y la fiesta, que dicen fue hermosa, se llevó a cabo en las instalaciones de Cabañas del Viñedo. Lo cuál es un verdadero orgullo para Pablo y Eloisa. 

Degustación y conocimientos

 

En el mundo del turismo las cosas han cambiado, o mejor dicho vienen cambiando. Ya no se trata de ir en busca de un atractivo turístico físico o de buscar algún imperdible e irrepetible, ahora la meta es vivir experiencias, y Cabañas del Viñedo es una de ellas por donde se la mire.

Todos los fines de semana largos o feriados (ni hablar de las vacaciones de invierno o de verano) el lugar se vuelve perfecto para conocer o dejarse llevar por alguna de las degustaciones que son meta de los turistas que se encuentra visitando la ciudad de La Paz, Entre Ríos como así también de los vecinos de la misma ciudad que quieren hacer algo distinto.

Tuve la suerte de asistir a una de las degustaciones típicas donde además de probar los primeros vinos locales junto a una picada de aceitunas, fiambres, quesos, torta asada y espectaculares empanadas de pescado también hubo degustación de vinos de otros establecimientos vitivinícolas de la provincia.

Hoy A.V.E.R (Asociación Vitivinícola de Entre Rios) nuclea a todos los viñedos entrerrianos, de la que Cabañas del Viñedo forma parte, y donde sus dueños además de amar el vino y todo lo relacionado con él, intercambian conocimientos, experiencias y maquinarias para que el sueño de cada viñedo y pequeña bodega sea posible.

La degustación se transformó en una clase magistral y amena dada por Pablo ante los casi treinta, cuarenta visitantes distribuidos en pequeñas mesas al aire libre donde se hablo de suelos, de climas, de técnicas, tipos de plantas, cepas, varietales blancos, tintos y nuevas uvas ideales para esta región donde la humedad pasa a ser un valor protagonista.

Conocí también que desde hace más de 15 años, Entre Ríos está apostando a una nueva variedad que entusiasma a productores y bodegueros entrerrianos: la uva “Marselán” ideal para esta región geográfica y a este clima que puede transformarse en el emblema de esta región. Hoy es la segunda variedad más plantada de la provincia. 

 

Un nuevo tesoro llamado Viñedo

 

Sentí por un momento que no estaba en La Paz, Entre Ríos.

Sentí que si cerraba los ojos y me decían ¿dónde estas? podía asegurar que estaba dentro de un viñedo hermoso de cualquier lugar del mundo, de Mendoza, de California, de Francia, de Europa.

Y al verlos reír, explicar y convidar su aprendizaje a los turistas, comprendí que hoy están Pablo y Eloisa, y que el viñedo año a año repetirá su ritual y las plantas estarán peladas, se llenarán de hojas verdes, darán uvas, y habrá una cosecha, una Vendimia. A veces muy buena, otras no tanto, pero siempre se repetirá el ciclo.

“La idea es llegar a las 3000 plantas, lo que equivale en 4 o 5 años a una producción de diez mil a doce mil kilos de uva (4 kilos por planta) y en botellas estaríamos hablando de 10 mil a 12 mil botellas por año, por vendimia”, me explica Pablo y realmente me doy cuenta que el tema también me apasiona.

Me doy cuenta que por algo tuve que venir hasta aquí, que hay algo más que contar esta historia, que conocer esta lugar, que hacer esta nota.

Miró el viñedo mientras el inconfundible sol paceño comienza a teñir todo de naranja y me doy cuenta que mirar estas plantas de vid hipnotizan y que cualquiera sea el momento del año nos hablarán de sueños, de crecer, del amor, de mañanas nuevas, de ser jóvenes, de tener hijos, de hacernos viejos, de mirar nuestras vidas y de seguir manejando para adelante.

Y de darnos cuenta que a veces debemos llegar a un punto límite como fue la pandemia para entender que cambiar nuestras vidas depende pura y exclusivamente de nosotros mismos.

Ileana Mariangeles que es ingeniera ambiental y Xiomara Selene, licenciada en Turismo y Hotelería, son hijas de Pablo y seguramente muy pronto formarán parte del crecimiento de este hermoso proyecto familiar junto a su padre y a Eloisa. 

Gracias Eloisa, Gracias Pablo. Gracias por tanto.

 

POR PABLO ETCHEVERS

 

 

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